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20 | Escritura PÚBLICA | julio-agosto 2020 | LA @ personas y en un día normal aparecen unos 60 alumnos. Es decir, es posible respetar una distancia de seguridad. Si a esto le sumas que van con mascarilla, que estarán calla- dos y que el único que hablaría soy yo, a mucha más dis- tancia de ellos, no veo tanto problema para venir a clase. El problema viene cuando se juntan fuera.” Más complicado lo tienen las escuelas en las que sí es necesario el contacto físico; por ejemplo, las sanitarias. Desde la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios-Comillas, Julio de la Torre, su jefe de estudios, seña- la a ESCRITURA PÚBLICA que además de impulsar la enseñanza online con la adquisición de cámaras y plata- formas, “en las clases de prácticas se reduce el número de personas. Todos con máscaras de protección, geles y lavado frecuente de manos. De hecho, en todas las aulas prácticas tenemos lavabos”. l Evaluación no presencial A falta de unas directrices claras de Ministerios y Consejerías, este informe, del Grupo de Trabajo Intersectorial de CRUE Universidades Españolas, es el único documento que concreta procedimientos de evaluación. Propone que en las pruebas por video- conferencia, el estudiantado esté provisto de documentación acredi- tativa de su identidad que podrá ser exigida en cualquier momento por el profesorado. También trata de las cuestiones normativas, en espe- cial la protección de datos, que en España es de las más restrictivas de Europa. Advierte de los pros y contras de cada plata- forma. Por ejemplo, en los exámenes por videoconfe- rencia destaca el peligro de sobrecarga en el sistema por un almacenamientomasivo. Un informe que todo alumno debería conocer para saber, por ejemplo, cómo reclamar adecuadamente sus calificaciones. https://cutt.ly/5i9ylzJ Las universidades optan por tres posibilidades: presencial con distanciamiento social, completamente online o sistema híbrido “Triste y sola …” “… sola se queda Fonseca. Triste y llorosa queda la Universidad.” Esta popular canción de la tuna sonará más a partir de ahora. La enseñanza online tiene otro efecto secundario y, si no, que se lo pregunten a ciu- dades como Santiago de Compostela, Salamanca o Granada. Si bien Barcelona oMadrid tienen la mayor concentración de sedes universitarias, las anteriores viven en gran parte de los miles de estudiantes que van a ellas y con la explosión de la enseñanza online eso no sucederá. En España hay un millón y medio de alumnos matriculados en universidades. Los extran- jeros son 139.708, pocos, pero suponen un 20% de los que se matriculan en másteres y doctorados (las matrículas más caras) y como reconocen desde la CRUE ningún alumno viene para quedarse encerrado sino para disfrutar de la vida estudiantil. Si tomamos como ejemplo el caso de Granada, el estudio Generación de Valor de la UGR en su entorno, del profesor Teodoro Luque, señala que la universidad aporta 217 millones a la economía de la provincia y genera casi el 8% de sus empleos. Princi- palmente mueve alquileres, residencias, hostelería o servicios. Por ejemplo, la asociación de Hostelería de Compostela reconoce que la facturación bajará hasta un 50%. Salamanca triplica la media nacional de estudiantes extranjeros, un 10%. Por eso insisten en que la enseñanza en línea será excepcional. El agujero económico será mayor en las universidades de Reino Unido, Suiza y Austria donde casi un tercio de sus ingresos por matrícula proviene de estudian- tes extranjeros. Sin embargo, algunas universida- des, como la de Cambridge, han anunciado que el próximo curso será absolutamente online . Es decir, estamos ante un verdadero examen global pero no para alumnos, sino para saber si las universidades están a la altura de la era post pandemia. Cada docente inició esta etapa como buenamente pudo, de forma individual, sin que hubiese una estructura coordinada.

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