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58 | Escritura PÚBLICA | julio-agosto 2020 | PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR ¿Qué clases de seguros existen? Lo primero que hay que saber es que no todos los seguros son iguales y que cada consumidor debe elegir el que mejor se ajuste a sus necesidades. El asegurado debe tener en cuenta sus con- diciones físicas, la edad, la asiduidad con la que acude al médico y también su presupuesto. Así, si se opta por un segu- ro de salud sin copago, el cliente paga una única cuantía (más alta), pero con la que podrá usar todos los servicios médi- cos que necesite. La ventaja principal de este tipo de póliza es que el cliente ten- drá siempre la seguridad de pagar la misma prima, sin tener que hacerse car- go de pagos adicionales. En el caso de los seguros con copago, el cliente paga una prima menor, pero a cambio se hará cargo de un porcentaje de lo que cuesten los servicios del cuadro médico. Antes de contratar un seguro de salud con copa- go, es necesario asegurarse del precio de los distintos servicios médicos que entran en el seguro, para luego no llevarse una sorpresa desagradable. El precio de los copa- gos es diferente en cada aseguradora, que suelen incluir límites anuales. ¿Qué coberturas ofrecen? Por lo general, los seguros de salud incluyen coberturas como la asistenciamédica y qui- rúrgica; el internamiento en clínicas y hospitales; las urgen- cias; las pruebas diagnósticas; las intervenciones; la medi- cina preventiva; la asistencia durante embarazo y el parto; la planificación familiar; la fisioterapia y la rehabilitación, entre otras muchas. Además, estos servicios básicos pue- den complementarse con determinadas prestaciones de carácter económico. Por ejemplo, se pueden contratar coberturas para accidentes personales o tratamientos especiales, como la conservación de las células madre del cordón umbilical. El resto de las coberturas suelen estar sujetas a franquicias: es el caso de las prótesis, de algunos tratamientos odontológicos o de las vacunas. ¿Existe un límite de edad para contratar un seguro de salud? No existen restricciones por edad a la hora de con- tratar un seguro sanitario. Sin embargo, en el caso de los productos estándar sí que podemos encontrar algún límite que se sitúa entre los 64 y los 69 años. Lo que sí existe son pólizas de salud diseñadas específicamente para personas de edades más avanzadas, con servicios adicionales que no necesitan las personas más jóvenes. Las compañías de seguros consideran que las personas más mayores van a hacer un mayor uso de los servicios y por eso las pólizas son más caras. Ocurre lo mismo en el caso de las mujeres más jóvenes, debido a las posibles consultas ginecológicas, embarazos o tratamientos de fertilidad. ¿Tienen ventajas fiscales? Los seguros de salud son un gasto deducible en el caso de los autónomos. Las pymes y empresas sujetas al impuesto de Sociedades podrán deducirse el 100% del gasto abonado en concepto de seguros médicos de sus empleados. En el caso de los tra- bajadores con seguro a cargo de la empresa, la prima recibida no tiene carácter de retribución en especie y está exenta de tributación. l Antes de elegir, el consumidor debe leer muy bien la letra pequeña y definir qué es lo que necesita Las quejas de los asegurados R ECONOCEN en Unespa, la patronal del seguro, que “el ramo de salud recibe muy pocas quejas o reclamaciones en relación con el nivel de actos médicos que se llevan a cabo al año; cifra que llega alcanzar alrededor de los 100 millones de actos”. “Ese reducido número de quejas recibidas son relativas a los incremen- tos de las primas, debidos principalmente a la incorporación de los nuevos avances médicos y los medios de diagnóstico más evolucionados en la prestación de los diferentes servicios sani- tarios”, señalan. Durante la pandemia lo que ha existido es una mayor preocupación de los usuarios sobre sus derechos, pero en líneas generales las dudas se han resuelto a tiempo. Según un estudio realizado por la consultora Deloitte, los asegurados hanmanifestado inquie- tud por saber cómo quedaban cubiertos ante la infección y su tratamiento, que en la mayoría de los casos se han atendido sin problemas. Los seguros de salud son un gasto deducible en el caso de los autónomos.

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